La Ley General del Agua es un paso a una privatización inconstitucional

Augusto Hugo Peña Delgadillo.

Sobre la pretensión del PRI, el PAN y el partido Verde de aprobar la Ley General del Agua abriendo las puertas a la privatización, Manlio Fabio Beltrones, presidente de la junta de coordinación dijo que se pospo- ne dicha iniciativa y su aprobación porque aunque la ley es clara para quienes no son de “lento aprendizaje,” hay oposición de la ciudadanía. Lo que quedó claro es que Manlio Fabio Beltrones, es un imbécil que cree que los opositores a esa ley nefasta que pretende abrir las puertas a la iniciativa privada y al capital extranjero a prestar el servicio público de agua potable, facturar y cobrar al usuario final, son tontos.

Beltrones miente, siempre se ha destacado por falsario y corrupto, ¿por qué habría de tenerle confianza la ciudadanía si todo lo que ha hecho como legislador ha comprometido los intereses de la nación a favor de particulares y de trasnacionales? La reforma pretendida por (Beltrones) PRI, PAN y Partido Verde, intenta hacer lo que las demás reformas, legalizar lo que ya se está haciendo. Ya hay segmentos del agua privatizados a empresarios mexicanos y extranjeros. El judío David Korenfeld, director de CONAGUA es cómplice de Peña Nieto en esta intentona de vender los derechos del agua que es de todos, a particulares y a extranjeros como ya se hizo con el agua de Saltillo, Coahuila y con la del estado de Veracruz, concesionada a Aguas de Barcelona la de Saltillo y a una empresa de israelitas judíos la de Veracruz.

Lo peligroso es que La Ley General del Agua no se suspende en la Cámara de Diputados, solo se pospone, y deja abierta la puerta para defraudar a los mexicanos más adelante, cuando los tiempos sean “propicios” y a favor de los pillos dentro del gobierno y cómplices de la iniciativa privada y extranjeros. Debemos estar alerta porque este gobierno que llegó por un fraude electoral, lo único que ha demostrado es su ineptitud, su mala fe y sus ansias de afianzarse en el poder en base al enriquecimiento de una pandilla que nació en el Estado de México (Atlacomulco) coludida con otros grupos políticos tanto del PRI como del PAN y del Verde Ecologista.

El grupo que llevó al poder -fraudulentamente- a Peña Nieto, creyó que era suficiente -para desmantelar el país y adueñarse de nuestros recursos- poner en los puestos clave del gobierno a apátridas hijos o de familias de origen extranjero, sabedores que estos mexicanos carecen de escrúpulos nacionalistas y les es fácil traicionar cualquier principio patriótico a cambio de adquisiciones pecuniarias y cotos de poder. En la PGR a Murillo Karam; en PEMEX y la Secretaría de Energía a Pedro Joaquín Coldwell; en Educación a Emilio Chauyffet Chemor; en Salud a Mercedes Juan López; en Relaciones Exteriores a José Antonio Meade Kuribreña; a Kamel Athie, presidente de la comisión del agua potable, todos estos y otros más, son de origen libanés y en la CONAGUA y SEGOB (Gobernación) a David Korenfeld y a Miguel Ángel Osorio Chong.

Este grupo de Atlacomulco ha sumado a sus fuerzas que son muchas, a los hidalguenses, a los Salinas de Gortari, a Rogelio Montemayor y los Moreira en Coahuila, a los grupos que gobiernan en Chihuahua y en 25 estados más de la república, son cómplices de TELEVISA, de TV Azteca, de la prensa y radio que cubre el 98% de las noticias en México, se han aliado con COPARMEX y el CCE (Consejo Coordinador Empresarial) a través de sus dirigentes como Claudio X. González y Lorenzo Servitje entre otros; están coludidos con Germán Larrea de la minera Grupo México, con Alberto Bailleres el de PEÑOLES y El Palacio de Hierro y con una treintena más de oligarcas que se han adueñado por medio de las malas artes -infectándolo más de lo que estaba- del medio político. ¿Vamos a permitir que nos sigan robando y engañando? O, ¿usted qué opina, apreciable lector?

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